La energía del carbón es desde hace varios períodos el primordial factor para la concepción de electricidad y por sí es el superior causante de la contaminación ambiental del aire y de la alteración climática.
La generación de energía del carbón, es un uso que lleva años y años progresándose, por lo que su impacto medioambiental resulta extremadamente contraproducente.
Las industrias de electricidad, cuya procedencia es el carbón para producir energía las cuales contaminan miles de toneladas al año de dióxido de carbono y otros componentes perjudiciales.
Las manufacturas siguen utilizando la inflamación del carbón como uso para así poder generar electricidad debido a su bajo precio y los grandes fondos que existen de esta roca geológica. Por lo que la difusión de CO2 es firme llegando a obtener niveles, inclusive, peligrosos para la salud.
Pero no sólo su combustión es el causante de diseminación de fracciones contaminantes y en efecto de considerables enfermedades respiratorias, sino que el transporte y depósito de este componente también está originando un fuerte impacto medioambiental, al emancipar distintos mediadores contaminantes.
El carbón, es el más contaminante de los combustibles no solo por las toneladas de dióxido de carbono sino por otros componentes elevadamente dañinos como es el mercurio, hollín entre otras que son producidas a la atmósfera. Estas manifestaciones crean peligrosos efectos en la salud de las poblaciones que se aproximan a estas plantas.
Una de las debilidades del carbón para generar electricidad es su disminución de eficacia energética ya que se prevé que solo se emplea como por mucho el 35% del total de carbón que se consume.
Es bastante simple la respuesta del porque se sigue utilizando, es porque es cuantioso, ya que hay enormes provisiones, por lo cual es más barato extraerlo y procesarlo a comparación de otras fuentes limpias y renovables, además se siguen empleando plantas antiguas sin efectuar ninguna adquisición extra.
Para suspender la transformación climática y el deterioro ambiental, es fundamental que se dejen de edificar plantas a raíz de la energía del carbón y que poco a poco sean sustituidas por otras fuentes de energía ya que sus efectos ambientales son brutales.
La energía del carbón, es el primordial causante junto a la combustión de petróleo de la contaminación ambiental global, y el encargado de la inestabilidad del planeta, cuyas deriaciones se están comenzando a visualizar.
Cada industria de petróleo que se abre o cada kilo de carbón que se saca es una mala noticia para los que les inquieta el medio ambiente. Sin duda, el futuro pasa por dejar de emplear la energía del carbón en nuestro día a día y apostar, cada vez más, por fuentes de energía renovables.
Existen numerosas opciones de energías renovables para conseguir sin necesitar del carbón. La corporación ambientalista Greenpeace, considera que es probable dejar de necesitar de esta fuente de energía y que, además, es necesario hacerlo si queremos obstaculizar el cambio climático. Incluso, esta propone como fecha final de su empleo en el año 2025, pero para ello deben potenciar medidas que obliguen a desasistir esta práctica altamente contaminante y con efectos malos para la salud.
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