Siria, el cambio de los plantíos destruidos a zonas de instalación de paneles solares.
Tras enfrentarse a una década de conflicto dónde predominó la destrucción de infraestructura, y a la escasez de combustible (Porque antes dependían de generadores a diésel), los pobladores de Siria tuvieron la excelente idea de recurrir a energías alternativas para obtener electricidad, y qué mejor que hacerlo con el sol, un recurso ilimitado. Es así cómo plantíos de calabaza y tomate en el noroeste de Siria, controlados por los rebeldes, se convirtieron en núcleos de energías renovables.
Según el Programa de la ONU para el Desarrollo, al menos 90 por ciento de Siria carece de servicio estable de electricidad, es por eso que en zonas rebeldes, como Idlib en el noroeste de Siria hay pocas esperanzas de recibir el servicio estatal de energía, así que tuvieron que encontrar alternativas para proveer de energía desde casas y hasta hospitales. Los paneles de silicio se volvieron la solución.
Fue así como pasaron de usar generadores de diésel que los enfrentaban a escasez de combustible y precios altos, a usar paneles solares, una alternativa económica, eficiente y confiable.
Cabe resaltar que todo comenzó hace un par de años, cuando una cooperativa de aproximadamente 20 agricultores adquirieron 200 paneles, para optimizar resultados, estos paneles solares se colocaron sobre placas metálicas que giran para seguir el movimiento del sol.
En cuanto a las labores del campo, con esta energía solar logran alimentan las bombas de agua que permiten regar sus terrenos, y así generar ingresos para su comunidad, mientras que en las zonas urbanas, los paneles fotovoltaicos logran abastecer de electricidad a casas: para calentar agua, iluminación o carga de baterías, y a instituciones públicas, como universidades o hasta hospitales. Inclusive en las calles se puede encontrar personas con paneles solares ambulantes.
Y ya que hablamos de hospitales, En 2017, la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y Socorro (UOSSM) lanzó la iniciativa «Siria Solar» que buscaba apoyar a los hospitales de Idlib con instalaciones que pudieran proveerles de energía renovable. Gracias a esta iniciativa se lograron instalar 480 paneles en un hospital general y otros 300 en un centro ortopédico, brindando además asistencia y capacitación a otras clínicas.
Gracias a esto, podemos afirmar que la energía solar, puede incluso salvar vidas.